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9 oct 2013

FÁRMACOS DESDE ELLENSBURG




SCREAMING TREES                            "UNCLE ANESTHESIA"
"The leaves are turned to gold
All the trees have fallen to the ground
I can´t explain
All along I knew that she would fly
But I think she died
Goodbye" ("Story Of Her Fate")

Aquel vitriolo dulce de Ramón Llull y Paracelso, éter de Frobenius, óxido nitroso, cloroformo, curare de las cerbatanas que aniquilaron a nuestro Juan de la Cosa, sean bienvenidos como fármacos protagonistas de la segunda revisión debida a los Screaming Trees, cuyo sugerente título responde al nombre de "Uncle Anesthesia". Narcótico que guiará nuestro recorrido, propiciando la relajación muscular y cierto grado de bienestar, confío. Todo sea por aliviar la traumática tarea del "parto de las letras", tan difícil tantas veces que llega a causar dolor, también en ocasiones amnesia.

Habíamos dejado a nuestros héroes de Ellensburg con su "Buzz Factory" de 1989 recién horneado y listo en las baldas de las tiendas de discos, aun existentes entonces. Las ventas, como suele ocurrir en una banda que, aunque tenga ya progresión nacional, carecía de promoción adecuada, no fueron exultantes. SST, el sello con el que grabaron sus trabajos anteriores, solo les obliga contractualmente por disco grabado, nunca por espacios de tiempo concretos, así que culminada la primera gira de presentación del "Buzz Factory", tanto el sello como el grupo deciden romper su relación. Mientras esto sucede, y a la espera de recibir ofertas de otros sellos, Screaming Trees graban un single doble con Sub Pop que contiene varias canciones que, posteriormente, formarán parte de "Uncle Anesthesia". Concluida la grabación con el sello estelar de Seattle, el "management" del grupo tiene ya prácticamente cerrado el nuevo contrato con Epic Records, filial de la todopoderosa Sony, acordando la grabación y edición de cinco nuevos álbumes. Estamos en Enero de 1991 y, gracias a este contrato, Screaming Trees se convierten, después de Soundgarden, en el segundo grupo de la ciudad de Seattle que quedaría ligado a una gran multinacional.

Es éste "Uncle Anesthesia" el último disco en el que aparecen los cuatro miembros originales, los hermanos Conner, Lanegan y Pickerel. Van, el hermano encargado del bajo, vivía una situación un tanto extraña dentro de la formación, casi como si fuera miembro "interino" de la misma. De hecho, en la segunda gira promocional del "Buzz Factory", Van desaparece de escena y se dedica a acompañar a Dinosaur Jr en sus conciertos. Le sustituye Donna Dresh, una bajista espabilada que se amolda rápidamente al grupo. Mark Lanegan, por otro lado, se desplaza a Seattle a vivir, y no solo deja al resto de sus compañeros al albur de la brisa maderera de Ellensburg, lo cual no era tan grave, si no que se atreve a romper una suerte de pacto no escrito, y que consistía en intentar mantenerse unidos en un único punto de residencia que facilitara la composición, los ensayos y la grabación de temas, tan a mano tenían el famoso estudio Velvetone de su amigo Steve Fisk. No obstante, y llegada la hora de la grabación del "Uncle Anesthesia", Van vuelve al redil.

Seguimos hablando de protagonistas para reseñar la participación en esta grabación de Chris Cornell, guitarrista de Soundgarden que, junto a Terry Date, cuyo "curriculum" abarca trabajos con la misma banda de Chris, Pantera, Deftones, Overkill o Smashing Pumpkins, se encargan de las labores de producción. Y para terminar las referencia, no se nos canse el lector al que le flojee el interés, mencionar que, ya lo apuntaba al principio de la entrada, esta grabación será la última en que participarán los cuatro miembros originales. El otro Mark, Pickerel, quizás el menos significado del grupo, dejará de prestar sus servicios al no identificarse con el tipo de música que entonces practicaban. Su sustitución  recaería en Barrett Martin, batería que provenía del grupo de Jack Endino, Skin Yard.


El tono del album, que no deja de quedar enmarcado en esa feliz fusión de garaje psicodélico y post-punk de los 80, tan afín a la banda y que les distingue merecidamente a lo largo del tiempo, es melódicamente más suave que el antecesor "Buzz Factory" pero, sin embargo, tiene una lírica más depresiva, más concentrada en experiencias que reflejan tiempos turbios, de bajón emocional. Muchos de sus textos relatan pasajes de negrura, de ahogo, de enterramiento, de ausencia de soluciones. El alma de los actores, ellos y ellas, hablan de sombras, dibujan crepúsculos sin esperanza posible, refieren maldiciones amuralladas, ríos de lágrimas, océanos de confusión, una nada herida y sin escapatoria posible. Hasta ocasiones que reflejan imágenes poéticas de gran fuerza, más sugestivas, quedan finalmente sometidas a un destino cruel. Si, definitivamente va a ser necesaria la inyección de cierta dosis de anestesia.

"Uncle Anesthesia" es un trabajo muy prolífico (en el año 1991, un album con 13 temas, apenas espacios en los finales de sus caras antes de la galleta central del sello, podía entonces considerarse un tanto extenso) y que viene a funcionar, tal es mi criterio, como una especie de muelle de avance y retroceso. A unos inicios de gran belleza y pasión controlada, como "Beyond The Horizon" y "Bed Of Roses" (uno de mis temas preferidos), se suceden baladas de menor intensidad, sin detrimento de su calidad, en "Uncle Anesthesia" y "Story Of Her Fate". Hay un nuevo impulso anímico-instrumental en "Caught Between" (hay aquí ecos del mejor Young eléctrico) y "Lay Your Head Down", para volver a un "impasse" melódico que acoge tres temas, "Before We Arise", "Something About Today" y "Alice Said". Salta de nuevo la sorpresa en una canción que, pareciendo menor en la primera audición, revela una riqueza instrumental de alto calado, "Time For Light", inicio acústico que va progresando en unos acordes "post-hardcore" de tintes psicodélicos y con un gran trabajo de la sección rítmica. Descenso final en "Disappearing" y "Ocean Of Confusion" para un renacimiento final en "Closer", balada en penumbra, con una atmósfera REM, que presenta al oyente los mejores momentos, que no son pocos, de la voz de Mark Lanegan.

Como muchas veces ocurre, la escucha repetida del album es aconsejable al objeto de sacarle el máximo provecho. Hay una sensación final de ácida tibieza , de falta de cólera pero no de brío, que acaba por subyugar al oyente. El silencio final se torna en una hoja dorada, de ahí los primeros párrafos de la reseña, la narcolepsia va haciendo su efecto anestesiando ténuemente al sujeto que la prueba. Y ya va él entrando en la burbuja del tiempo detenido.

3 comentarios:

  1. Otro grupo en el que nunca me he adentrado, Javier, y no sé bien por qué, aunque algunas de las canciones que citas sí he escuchado y disfrutado.

    Un abrazo.

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  2. para mi el más complejo de los discos de los Trees. No es que más me gusta pero ello n signifiuca que sea un muy buen disco (como todos). Dad tu gran prosa me han entrado ganas de volver a escucharlo . Me encantan este tipo de post que poco a poco van desgranándose las discografías de un artista con un poco de mayor enjundia. espero ansioso el tercer capitulo

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  3. Un grupo que llego a tener claros tintes de clásico. Para mí, sus discos están llenos de muy buenos recuerdos por cuestiones estrictamente personales, después de este "Uncle..." vendrían momentos gloriosos que se plasmarían en uno de los más grandes discos de rock de la historia: "Sweet Oblivion". Salud!

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