SAGITTARIUS "PRESENT TENSE"
Creo firmemente que la influencia de la última luna de Perigeo, acaecida esta pasada madrugada hacia las 3 de la mañana, ha sido del todo beneficiosa para mis propósitos. Verla en todo su esplendor, nuestro único satélite brillando un 14% más de lo habitual, la impresión de su grandeza alcanzando un 30% más de su volumen originario, concibió una sensación de plenitud más fácil de explicar en romance que en pura prosa, un lance donde el supuesto agujero negro del universo se convirtió, en apenas unos pocos instantes, en una impecable fuente de luz, una inmensa bola de energía blanca saliendo incólume de un astro tantas veces indeciso. El encanto producido en esos momentos cayó sobre mí como una bendición y, transportado hacia el interior de cráteres de cristal, empecé a tararear la melodía del "My World Fell Down". La senda para hablar sobre el "Present Tense" de Sagittarius quedaba entonces abierta.
Debo advertir a los pocos lectores que me sigan que este pasante es muy amigo del barroco, del artificio y del arabesco, más cercano a los ensueños de la mente que a la dura realidad concreta de la existencia, lo digo porque es más que probable que me deje llevar por la emoción y me deslice, influenciado por la maravillosa vibración que el "Present Tense" me produce, por frases y dijes aparentemente inconexos, fruto ello de la mayor querencia por nadar entre la luz antes que encontrar una frase que delimite el concepto académico del resplandor. Intentaré, por lo tanto, ser conciso e ir al grano. El disco publicado por Sagittarius en 1968 no deja de ser, en un primer análisis de su razón, un gran disco de folk-pop-psicodélico, con orquestaciones y arreglos de altísimo nivel y con canciones que, bien separadamente o en su conjunto, conforman un corpus de gran altura compositiva.
Pero el disco "Present Tense" tiene mucho más en su interior, posee una historia de inspiración, de búsqueda y de encuentro feliz que, afortunadamente, lo ha aupado a las cimas de las obras maestras intemporales. Cada paso dado en su gestación, incluso sus antecedentes, su creación, desarrollo y edición final marcan perfectamente el ansia de trascendencia de sus dos autores, Gary Usher y Curt Boettcher. El primero colaborador estrecho de Brian Wilson en su etapa de reinado en la "surf and hot-rod music", productor también de éxito en gente tan poco sospechosa de veleidades como The Byrds, Simon and Garfunkel, Chad and Jeremy, The Peanut Butter Conspiracy o Gene Clark. El segundo, también moviéndose como el primero en el área de Los Ángeles, compositor, arreglista y cantante en propuestas tan significativas como Ballroom y sobre todo The Millenium, una suerte de conglomerado musical (algo más que una mera banda) que da a luz una obra del calibre de "Begin"
¿Qué es lo que aporta cada uno de ellos? Gary Usher representa la idea inicial de Sagittarius, una ilusión generada por un artista que se encuentra cansado de ser un simple arreglista y productor de grupos de éxito (su paso por bandas como The Hondells, además de composiciones compartidas con Brian Wilson y las producciones con The Byrds y el resto de grupos anteriormente mencionados lo atestiguan) y que busca, en los ratos libres que le deja su trabajo bien remunerado en el sello Columbia, su papel como escritor y compositor creativo, además de integrar en su modus operandi mucha de la técnica de grabación aprendida en sus años anteriores, sin olvidar por ello su anhelo por conseguir un estilo de música que, recogiendo fundamentalmente las enseñanzas del "Revolver" de The Beatles, utilizara los medios tiempos como una nueva orquestación armónica y hacer de ella, además de una experimentación per se, una base compositiva pocas veces desarrollada hasta entonces (el tema "The Truth Is No Real" incluido en "Present Tense" es buena prueba de ello). Gary Usher quería entonces dar a sus canciones un aura de trascendencia, de vibración espiritual que ayudara a sus oyentes a alcanzar cotas que fueran más allá de la propia sensación melódica.
Consecuencia de ello son los arreglos que realiza para la canción "My World Fell Down", incluida en el "Present Tense" como uno de los temas estrella, escrita por los compositores ingleses Geoff Stephens y John Carter e interpretada por su amigo Glen Campbell. Cuentan las crónicas de la época que el tema entusiasma a Clive Davis (personaje a la sazón presidente del sello Columbia y uno de los directivos más importantes en la historia de la música pop y rock) y que pregunta el nombre del grupo que ha grabado tal maravilla. Sin existir en ese momento ninguna banda propiamente dicha (tan solo alguno de los miembros de la famosa "Wrecking Crew" angelina, amigos muchos de ellos del mismo Usher, son los que llevan la parte instrumental de la grabación), Gary no se atreve a confirmar a Davis la inexistencia del grupo y, para salir del paso, se inventa un nombre, Sagittarius (que coincide con su signo zodiacal) para hacer de una ficción una supuesta realidad. La canción por sí misma, ya editada en single en 1967 por el propio Glen Campbell, alcanza el número 70 en Billboard´s Hot 100 y es escuchada con profusión en el San Francisco del "Summer Of Love".
El otro fiel de la balanza, Curt Boettcher, entra en contacto con Gary Usher en 1966, un año antes de la grabación del "My World Fell Down". Su encuentro se realiza en uno de los estudios de grabación de Columbia en Los Ángeles mientras Curt graba el "That´s The Way It´s Gonna Be" para Lee Mallory. Gary, acompañado por un Brian Wilson que trabajaba conjuntamente en alguna banda sonora, queda literalmente estupefacto cuando escucha la canción de Curt, tanto que no desistirá hasta que este último se incorpore a su proyecto de Sagittarius. Y lo hace por partida doble, ya en 1967, incorporando al "Present Tense" muchas de las canciones ya compuestas por su banda inicial Ballroom y, además, integrando en el proceso a los demás miembros de The Millenium que fechas antes habían registrado el prodigioso album "Begin". Asimismo Curt aporta una voz calificada por el propio Gary como angelical y un talento y capacidad compositiva que otorgan al "Present Tense" el sello de disco auténticamente genial, abanderado de una nueva atmósfera musical, aquella que pretende elevar al oyente hacia unas vibraciones sensoriales y melódicas muy poco corrientes en la época.
Entramos ya en terreno cenagoso, lo advertí al principio del texto, al tocarme ahora hablar de las puras sensaciones cerebrales causadas por la escucha de los temas que conforman el "Present Tense". Y también dije que por naturaleza me es más fácil (y creo que dará mayor mérito al disco) expresarme con términos poéticos más que prosaicos. Canción a canción, cada tema en su individualidad y como conjunto conforman una singular oda a la belleza. Si "Another Time" es la gota fresca que resbala sobre la manzana, "Song To The Magic Frog (Will You Ever Know)" es el sabor del beso femenino. "You Know I´ve Found A Way" me transporta a los cuentos de infancia y "The Keeper Of The Games" a los juegos de miradas. "Glass" invita a contar peldaños en los collares y "Would You Like To Go", con el que se cierra la cara A, me habla del camino andado por muñecas.
¿Qué decir del "My World Fell Down" con que se inicia la cara B?..., lo dejaremos en la explícita levedad del bambú, mientras "Hotel Indiscreet" me sabe a nuez y naranja. "I´m Not Living Here" me hace bailar un enigma y "Musty Dusty" conversa con el color dorado del otoño. La última secuencia, la que corresponde al final del disco, "The Truth Is Not Real" es un sueño de aguacates, de aceite y sal, todo un manjar que mi boca quiere alcanzar. Hay tanta sensibilidad en "Present Tense" que es quizás aconsejable escucharlo con suma vigilancia, más parece una pieza de cerámica que hay que manejar con extremado cuidado, la falta de atención puede asemejarse a un brusco movimiento y asegurar la fractura..., y no hablo de objetos de cielo profundo, de crustáceos estelares y nebulosas renacidas porque esa sería la segunda parte de la escucha y ya me voy empinando demasiado arriba.
Nota: quisiera agradecer a Bernardo de Andrés Herrero por enseñarme el camino hacia Sagittarius y a AlbumLinerNotes.com por la información facilitada sobre los autores y el disco.
Graciñas ante todo. Mejor articulo imposible eso creo yo . antes de seguir con el mundo Boettcher raro complicado y lleno de altivajos te propongo el que para mi es su sucesor de este present tense JAN ADN DEAN SAVE FOR A RAINY DAY y en nivel pequeñito YELLOW BALLOON Y SU lp homonino en edición magnifica del sello sundazed. Bravo Bravo por el articulo
ResponderEliminarYa tenía en mente adquirir el "Save For A Rainy Day" de Jan and Dean y del Yellow Balloon no tenía ni idea, aunque he aprovechado para ver algo suyo por youTube. Gracias por tus palabras y saludos,
EliminarJavier.
Joder, Javier, cuánta belleza en tus palabras. Apuntado queda lo que no sabía, recordado lo que sí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Gonzalo. Celebro que te puedan servir algunas cosas que desconocías. Siempre enriquecen.
EliminarAbrazos,
Javier.
Joer, Javier, te sales con tus artículos. Gracias a tí y a Bernardo por enseñar el camino hacia Sagittarius. Abrazo.
ResponderEliminarGracias Johnny, y muy merecido también tu reconocimiento a Bernardo, el padre espiritual de mi deriva hacia Sagittarius.
EliminarAbrazos,
Javier.
Deberías prodigarte más Javier , tus textos son de precisión quirúrgica ; no tan sólo en datos sino en saber trasladar a palabras el concepto y el espíritu de cada obra de arte que lees o escuchas ; sobre todo me fascina la manera en que sitúas la obra dentro de su contexto , esto me parece fundamental y es algo que en general hecho mucho de menos en todo lo que leo en este mundo virtual ; permíteme que te dé la enhorabuena , no son muy frecuentes textos como este de un disco que me parece fundamental , tanto como Begin de The Millenium al que estoy literalmente enganchado hace tiempo , y son como primos hermanos ; distintos pero paralelos , estamos hablando de un momento mágico de verdad en el que hubo una estrecha colaboración de jóvenes intelectualmente despiertos y musicalmente muy creativos ; ambos proyectos y alguno más que para mí están a la misma altura del Pet Sounds aunque se quedaran en su día estos como discos ocultos de leyenda y aquel como paradigma de lo mejor del pop psicodélico de la baja california ; la historia nunca es como nos la han contado ; tu texto no solo ayuda sino que confirma este desbarajuste ; ya era hora ; chapeau .
ResponderEliminarAbrazo .
Amigo Jesús, antes de nada, no se que coño pasa pero no puedo engancharme a la nueva versión de tu blog, uno de los que más me gusta, sin duda. No encuentro en tu página ningún link que me sirva para hacerme seguidor. Igual solo me pasa a mí, no sé...Lo seguiré intentando.
EliminarGracias por tus palabras. Y en cuanto a la prodigalidad, pues bueno, soy de los que prefiere hacer poco pero con contenido. También tiene que ver la pereza.
Saludos,
Javier.
Este disco es una preciosidad. Deberían hacer un tetra-pack con Pet Sounds, Forever Changes, Oddisey And Oracle y éste, junto a un librito sobre cómo hacer una gran producción musical :)
ResponderEliminar¡Saludos!
Me apunto a la idea del tetra-pack propuesto, y lo bueno es que siempre saciaría al sediento sin terminar nunca su contenido. ¡Todo un invento!
ResponderEliminarGracias y saludos,
Javier.