FLASHBACK ISSUE 4 (WINTER 2013)
Inicio esta breve crónica sobre el número 4 de la revista "Flashback" intentando concentrarme al mismo tiempo en la escucha y valoración del último disco de Buffalo Killers "Heavy Reverie", grupo que nada tiene que ver con las bandas y contenido que habitualmente aparecen en esta magnífica revista inglesa. Publicación que, a la fecha de esta entrada, ya lleva 5 números publicados y que, por su propio concepto musical y público lector al que va dirigida, está concebida como plataforma de información y conocimiento exhaustivo de las bandas que tuvieron su momento creativo durante las décadas de los 60 y 70 (salvo alguna rara excepción). Tarea harto complicada, como digo, esta de intentar mantener a la par la atención entre dos distintas realidades sensoriales, una "en vivo" mientras los surcos de "Heavy Reverie" siguen su curso implacable (y mi talento calificador se esfuerza en mantenerse ecuánime), y otra enmarcada en recuperar del más inmediato recuerdo las impresiones de la lectura del mencionado número 4 de la revista. El resultado de tamaña hazaña creo que será mejor apreciado por aquellas personas acostumbradas a cierto comportamiento bipolar.
Al margen de las revistas más conocidas del sector ("Rolling Stone", "NME", "Uncut", "Mojo", "Q"...), "Flashback" constituye una de las plataformas de cultura musical más importantes recientemente aparecidas. Sus números, además de informar sobre un amplio abanico de bandas, estilos, información sobre sellos, crítica de discos, publicaciones literarias y opiniones conectadas con múltiples aspectos de la historia del rock, suelen estar centrados en material ligado mayoritariamente a una banda en concreto. Mientras en los tres números anteriores la parentela elegida respondía a los nombres (tan queridos...) de Mad River, Tomorrow y Mighty Baby, en éste cuarto número le cabe a la excelente banda londinense Trees el privilegio de ser portada de la revista. Sobre ese grupo seleccionado se suele desarrollar un extensísimo y exhaustivo estudio biográfico que abarca toda la historia del conjunto, desde sus orígenes y antecedentes hasta su época actual, caso de que alguna de ellas haya visto la oportunidad de relanzar su carrera musical.
Trees es , por lo tanto, la banda escogida en este número de "Flashback". Conocí al grupo, permítanme que haga un poco de historia personal, allá por 1970 cuando CBS publicó en nuestro país su célebre recopilatario de bandas del sello "Llena Tu Cabeza De Rock", un disco que ha sido fundamental en mi educación musical. Trees allí aparecía con su tema más conocido, "In The Garden Of Jane Delawney", homónimo del mismo primer Lp que grabaron en el mismo año de 1970. Ni que decir tiene que el tema, además de ser uno de mis favoritos en la recopilación, me dejó tocado de por vida. Si uno ya de por sí tiende a lo romántico, el tono y el ambiente de la canción, tan extraordinariamente recreado por la espléndida voz de Celia Humphris, concibieron en mí una parte bien importante de lo que ha sido hasta ahora la banda sonora de mi existencia.
No solo de ése "In The Garden Of Jane Delawney", siendo como lo es de capital significado para identificar el sonido y el espíritu de la banda, habla el articulista David Biasotti en este "Flashback" 4. Lo hace, con intensidad e inmensa erudición, también de la trayectoria vital del grupo. Sus inicios como tal, sus primeras actuaciones, sus grabaciones y originales contactos con la industria discográfica, la personalidad de los distintos miembros, el ambiente de la época (primeros años de la década de los 70) en una Inglaterra inmersa en la revitalización del folk autóctono y la conexión con el rock californiano, las críticas de sus discos (tan sólo dos, siendo el segundo "On The Shore" objeto de un completo estudio) y las causas de la defunción de la banda se agolpan en párrafos de innegable valor biográfico para el aficionado..., (mientras estas palabras dibujan la valla de un prado improvisado, Dean Wareham con su "Heartless People" se esfuerza en incrementar la valoración de su Lp homónimo de este año...)
Además del extenso material dedicado a Trees, el número 4 de "Flashback" atiende asuntos de indudable interés para el aficionado curioso. Artículos sobre la revista neoyorquina "Go", una de las pioneras en la información relativa al amplio escenario del pop y del rock internacional de la época. Disecciones sobre los discos preferidos de bandas actuales como Blood Ceremony o de productores ingleses como Peter Eden (ligado a artistas como Donovan, Clive Palmer o Heron, entre muchos otros). Disertaciones sobre las excelencias del sonido monoaural frente el estereofónico a cargo del gran Patrick Lundborg (una de las plumas más eminentes en la historia del rock, fallecido este año), o argumentaciones de indudable interés como el que dedica Aaron Milenski a las semillas "sixties" y "early-seventies" del punk. También se complace el lector con artículos dedicados al género "exploito", aquel que durante los 70 inundó los anaqueles de los supermercados con discos de artistas y bandas desconocidas, todos ellos y ellas dirigidas a ensalzar las corrientes estilísticas y los hits del momento. (Su lectura me deparó la agradable sorpresa de encontrarme en mi colección, y yo sin saberlo, con uno de los más celebrados artefactos de la época y estilo "exploito", el "Psychotic Reaction" de la banda fantasma californiana The Fire Escape)
Y si todo esto no fuera poco, no siéndolo desde luego para el codicioso lector de este tipo de publicaciones, el número 4 de "Flashback" ahonda en el clímax del aficionado con artículos sobre grupos cuasi-desconocidos como Wilkinson Tri-Cycle o Fraction (onda cristiana), algunos de más renombre como Mandrake Memorial (de los que me prometo indagar más) y July, para terminar con una prolongada y suculenta entrevista con Beverly Kutner, más conocida como Beverly Martyn por su matrimonio con el gran John Martyn, tan extraordinario compositor e intérprete como poli-toxicómano y violento marido que, a la postre, truncó la carrera musical de la artista de Coventry. Su recorrido vital desde su llegada a Londres (huyendo de una familia fragmentada), las fiestas interminables del "swinging London", hasta su paso por el Nueva York urbano de la mano de Paul Simon (con quien ejerció como compañera sentimental) hasta el Woodstock rural, donde coincidió con el Dylan recién recuperado de su accidente motociclista, su conexión final con un Nick Drake a punto de tálamo, es un cúmulo de hechos históricos de gran valor documental.
La crítica de discos y de libros (Harry Nilsson, Scott Walker, The Beach Boys, The Runaways, Cactus, "The War On Record: 1961-2008", el rock y su influencia en los años de la guerra del Vietnam, "Art Of The Dead", breve pero sustanciosa crónica de los mejores diseñadores gráficos del San Francisco hippy que enlaza, en siguiente artículo, con "Com/Co, The Diggers & The Haight", ideológos del momento, el dibujante Robert Crumb y su "The Complete Record Cover Collection", o "The Rhino Records Story", dando cumplida cuenta de los avatares de este fértil sello americano, son algunos de los temas tratados en el apartado que analiza las distintas obras musicales y literarias que llegaron a la redacción de la revista.
Como conclusión, para todos aquellos que tengan la ocasión de hacerse con esta magnífica publicación inglesa, imposible prácticamente de encontrar en kioscos (más fácil hacerlo en tiendas de discos o vía "internet"), no dejen escapar la oportunidad. Su lectura, además de ser un arsenal de magnífica y contrastada información, depara al aficionado musical momentos de enorme placer..., mientras en este momento Drive-By-Truckers suena con su "English Oceans", intentando subir algunos peldaños en la calificación final de este 2014.