ESPERANDO EL OTOÑO.
Todavía no ha llegado, aunque está listo para hacerlo, el color de crepúsculo brillante del Otoño, la estación predilecta de los románticos. Y mientras voy culminando un último trabajo consistente en toma de notas, muy inspiradoras para futuras entradas, me enfrento al ansia y a la necesidad, biológica, del cambio de color. Ya ciertamente cansado del alargado tono rubio y tostado del Verano, espero con expectación el primer fulgor del cielo y de las uvas, el resplandor de un limón que se torna cobrizo para terminar, casi extenuado, en un rojo eclesiástico.
De tu espera surgen grandes palabras bien enlazadas, buena cosecha de otoño. Abrazo.
ResponderEliminarVamos a ver qué tal se da cosecha Johnny. El mucho calor del verano ha hecho mucho bien a las uvas y esperemos que la añada, por lo menos hasta el final de este 2014, de buenos caldos.
EliminarSalud,
Javier.
El otoño siempre trae cosas muy buenas. ¡Saludos!
ResponderEliminarPara mí es la estación favorita, el declinar de los colores y la aparición de nuevos tonos es una cuestión de pura magia, aunque pase año a año.
EliminarGracias por tus palabras.
Javier.