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16 dic 2024

"POR FAVOR, MÁTAME, LA HISTORIA ORAL DEL PUNK" . MCNEIL & MCCAIN (2021)

 

Si, yo era de aquellos aficionados que pensaba que el punk era un invento genuinamente británico y que, como mayor representación a nivel de personaje y de bandas, tenía a Malcolm McLaren y los Sex Pistols como referencias más señeras e identificables. Craso error el mío. Después de leer este libro de título tan ameno (trasunto de la leyenda que Richard Hell mostraba en su camiseta durante buena parte de sus actuaciones con el grupo Television) creo firmemente que me ha sido revelada la luz de la verdadera versión histórica de este género musical y, para mayor consolidación de mi nueva fe, he de manifestarles que, a partir de ahora, no habrá propósito de enmienda ni necesidad de futura absolución. O eso creo.

Antes de entrar en detalles, permítanme dos o tres puntualizaciones sobre los autores y el libro en cuestión. Legs McNeil, escritor estadounidense, redactor y cofundador del fanzine musical "Punk" (publicación esta de la que deriva la etimología del homónimo estilo), participó también en la creación de las revistas "Spin" (todavía activa) y "Nerve". Gillian McCain es una poetisa y fotógrafa canadiense, además de miembro de varias asociaciones culturales relacionadas con el diseño artístico y publicaciones poéticas. "Por favor, mátame", considerado por gran parte de la crítica como el clásico libro de referencia sobre el punk, su publicó por primera vez en 1996. Alumbrado en nuestro país por la editorial vizcaína Libros Crudos, he de resaltar la traducción de Ricard Gil y Antón López, trabajo encomiable, sobre todo porque al ser este un libro de estilo "oral narrativo" (fruto de innumerables entrevistas efectuadas a los distintos protagonistas) respeta tanto la jerga inglesa como la puntuación y la integridad de los textos originales, recogiendo así fidedignamente la voz de los numerosos personajes que transitan por sus páginas.

Seguidores del dichoso prurito de intelectualizar lo convencional, los autores rastrean numerosos restos arqueológicos entre las escenas experimentales poéticas, teatrales y cinematográficas de los primeros años de la década de los 60 en la ciudad de Nueva York. En esos años emergieron una cantidad significativa de artistas radicales de todo tipo, cruciales para el establecimiento de una nueva cultura pop, minimalista y en la que el concepto de "performance" adquiere carta de naturaleza propia. Cineastas, músicos, bailarines, poetas, autores dramáticos, actores, pintores y escultores, todos ellos conformando una comunidad (más o menos estable según las circunstancias) se lanzan a filmar, versificar, cantar, bailar, representar, originando, en definitiva, un movimiento de crítica compulsiva hacia una sociedad urbana a la que pretenden sobrepasar con su actitud rompedora y subterránea.

Solo la generosidad de los lectores me habrá permitido esta extensa presentación realizada con el único motivo de recalcar una idea clave, la expresión "punk" (enunciado moderno de un anterior término "underground" que aparece por primera vez en 1975 al publicarse el referido magazine musical homónimo) no deja de ser un término genérico que amalgama una variedad de expresiones artísticas y que tiene en la ciudad de Nueva York su centro neurálgico. Lógicamente es la música la disciplina que más destaca en el libro y aquí inician los autores la primera referencia hablando de un artista como La Monte Young, reconocido como primer compositor minimalista. Le sigue The Velvet Underground y todo su entourage mediático de la Factory warholiana. Hay espacio para disertar sobre la más lejana escena de Detroit, con el ejemplo de sus bandas seminales MC5 y The Stooges, formaciones cuyo proto-punk se utiliza como antecedente. The New York Dolls y Ramones, Richard Hell & The Voidoids, Dictators y The Heartbreakers, Dead Boys, (salvo los últimos, grupos ya genuinamente neoyorquinos) son considerados abanderados de este estilo, los primeros en su variante más glitter y glam, el resto con mayor influencia del rock clásico de Presley, Berry & Richard y también del garaje y de ciertos grupos de la "British Invasion" (The Who)

Y es esta amplitud conceptual, el hecho de considerar el estilo punk no solo como una música provocadora, sencilla, gamberra, iconoclasta (hasta qué punto los aficionados estarían hartos de la deriva sinfónico-progresiva en la que parte del rock parecía desarrollarse sería un interesante tema de debate), sino como algo abierto a toda aquella experimentación que fuera capaz de romper los moldes entonces actuales, lo que permite que bandas aparentemente alejadas como Television, Patti Smith Group, Talking Heads o Blondie, se encuentren en el texto y sean todas ellas englobadas y aceptadas en tal estilo. 

Es ahora cuando toca hablar sobre Malcolm McLaren. Personaje inquieto, avispado y oportunista (¿recuerdan una de sus más famosas proclamas, "Cash in Chaos"?) se encuentra en Nueva York a mediados de 1974 ejerciendo como "agente libre" de unos New York Dolls que meses atrás habían grabado su segundo Lp "Too Much Too Soon" sin apenas éxito. McLaren les organiza una segunda gira estadounidense llena de conciertos cancelados (resaltar sin embargo las celebradas actuaciones junto a Kiss, una banda con recíproca influencia en sonido e imagen). En el verano de ese mismo 1974 Malcolm les incorpora a los carteles ingleses del Buxton Festival y del Olympia Rock Prom de Londres (únicos norteamericanos entre una caterva de estrellas británicas consagradas como Mott The Hoople, The Faces, Humble Pie, 10CC o Kevin Ayers...) El hecho de que los Dolls tampoco despunten en aquellas citas no desanima a un McLaren ya convencido de aprovechar una oportunidad única, la de exportar a Inglaterra el ambiente candente y el furor de la escena musical que ha vivido personalmente en su etapa neoyorquina. De esa acertadísima idea surgen Sex Pistols en 1975. El apoteósico concierto de Ramones en Julio del siguiente año en el londinense The Roundhouse ante 2.000 enloquecidos espectadores y la publicación del single "Anarchy In The U.K." en noviembre marcan la pauta del nacimiento del punk inglés.

Remitámonos de nuevo al libro, reconozcamos que en el texto abunda el gore, prostitución, droga, sexo chungo, traiciones, violencia (a veces extrema), celos, envidias, el "acusica barrabás" de una buena parte de los entrevistados forma parte del juego argumental. Debo reconocer que si en unos primeros momentos de la lectura fue esto lo que más llamaba mi atención, al final, con la perspectiva de unas cuantas jornadas ya pasadas, la reflexión sosegada me llevó hacia otras disquisiciones. Resumidas: en lo estrictamente musical, la escena neoyorquina de los muy últimos 60 y primeros años 70 (localizados en sus célebres clubs, Max´s Kansas City y CBGB) conforma la auténtica génesis del punk; la variante punk inglesa, a pesar de estar más reconocida a nivel internacional, no deja de ser un movimiento inmediatamente posterior al norteameriacano; si tuviera que destacar a un personaje (el que se encuentra en boca de todos sin ser apenas entrevistado) sería el gran Johnny Thunders el que se llevaría la palma (del martirio).



Dedicado a mi hijo, JaviPeck, prestamista del libro, gran aficionado al rock y bajista del grupo Brut Vermut y a mi hermano Crosby, roquero gran reserva, además de compañero infatigable de tantas tertulias musicales, un año más.


 



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