9 nov 2012
LATIDO EN LAS SIENES
Es éste el típico album donde los sentimientos que provoca quedan más fácilmente plasmados al dejar que la mano libremente escriba lo que quiera, sin ataduras ni previsiones estilísticas al uso, sin meras connotaciones ni estrictas críticas musicales. Y se me ocurre ahora, mañana puede que sea otra historia, que es éste el relato de un viaje interior, una infusión intravenosa que recorre los circuitos nerviosos y celulares del oyente llevándole a un destino sin retorno poético.
Un mareo y una marea. El primero fruto de un golpe de quietud , de un empuje parecido al primer ejercicio de un coito ("The embrace becomes a shove", de "Para"), donde súbitamente muchas estrellas convergen en un mismo punto ("Me consuelo viendo estrellas en el puerto" de "Puerto") y el viento susurra nuevas canciones de cuna. La marea, lá última del día, aquella que bondadosamente entrega en la playa los ahogados ojos de aquellos que intentaron cruzar la frontera ("There´s a piano playing on the ocean floor between Havana and New Orleans/Drummin´a requiem for the dead and the souls hanging on every poets prayer" de "Sinner In The Sea"), esos ojos conocidos por los forenses como los más bellos, aquellos que tuvieron la audacia de morir abiertos entre escamas plateadas.
...Y el viento, aquella mano siempre abierta, que roba en la noche las palabras escritas en un papel para entregarlas a un árbol. ("I don´t know where they´ll go get caught in the trees I suppose..." de "Maybe On Monday") El viento del invierno que hablará del desamor, de la Deriva (con mayúsculas) de la tormenta propuesta donde no se escucha su voz si no el eco que viene de la orilla del río.
Calexico han apostado por la poesía. Aquella música que nunca cesa, que dilata las sienes ténuemente, como un narcótico.
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