TREES "THE GARDEN OF JANE DELAWNEY"
¿Dónde encontré a Jane Delawney? ¿Qué hizo que su nombre permaneciera tanto tiempo dentro del baúl de la memoria, aquel que parece agrandarse con el paso de los años? ¿Por qué me persigue esa imagen suya de mujer interior, de mujer ideal que a menudo surge desde el patio azul de los sueños? ¿Por qué su voz es la del campo abierto, sus palabras mojadas las que siguen a las páginas que he leído, sin encontrar de nuevo su nombre entre ellas? ¿Debe existir la certeza de no haber conocido a Jane Delawney para que se convierta en un personaje real? ¿Pueden las aceras empaparse de barro, los autobuses rodar por el pavimento sin pisarlo, una tarde de inicios de septiembre retirarse sin recibir más luz, fundirse las esquinas de dos calles entre el aire tibio? Jane Delawney estuvo allí, en ese preciso instante, cuando las burbujas de las cervezas apenas costaban cinco duros, en una terraza que miraba a dos grandes avenidas. Me saludó y noches más tarde contemplé enamorado sus clavículas desnudas, una belleza de mujer apalachiana bailando, enfundada en un ceñido traje negro. Desde entonces.
Estoy escuchando en la penumbra "Llena Tu Cabeza De Rock", un doble recopilatorio que el sello CBS publicó el año 1970 a mitad de precio, trescientas pesetas. Un disco que desde entonces gira en el plato aunque a veces tarde en salir de la estantería F6. "The Garden Of Jane Delawney" es el quinto corte del Disco Segundo, Cara C. En esa cara, mi favorita, Trees comparten a Jane Delawney con "Gibsom Street" de Laura Nyro, "A Small Fruit Song" de Al Stewart y "Driving Wheel" de Tom Rush, debilidades, y al escucharlos el mundo se mueve con la lentitud de las libélulas. Abro la carpeta del disco y busco la fotografía del grupo Trees. Celia Humphris extiende los brazos extendiendo una paz blanca que contrasta con el fondo oscuro del resto del retrato. David Howells era entonces el responsable de CBS en Londres y decide editar un muestrario de los mejores artistas contratados por el sello. A los más consagrados, Chicago, Santana, Blood, Sweat & Tears, The Byrds, Leonard Cohen, Janis Joplin, Johnny Winter, se suman algunos otros poco o nada conocidos. Spirit, Steamhammer, Flock, Black Widow, Argent, Skin Alley, Moondog, Amory Kane, Al Kooper, Taj Mahal. Mike Bloomfield, Pacific Gas & Electric. El disco doble causa una tremenda conmoción en Inglaterra y en toda Europa. The Beatles han desaparecido ese mismo año y hay que dejar el pop y volver la vista hacia la música que en esos momentos se hace en América, el rock.
Trees es uno de los grupos elegidos en el recopilatorio de CBS.
Junto a Skin Alley, otro de los seleccionados, forma parte del establo que Doug
Smith y Kick van Hengel han apiñado bajo la Clear Water Productions, una agencia
corporativa con evidente ánimo de lucro, representantes de bandas (Hawkwind,
High Tide...) que abundan en un Londres resacoso del post-Swinging, y que moviéndose todavía en un nivel semi-profesional desean también dar a
conocer las propuestas de bandas innovadoras. La capital inglesa es un
hervidero de actividad artística relacionada con la música y con la imagen que
esta proyecta. Carnaby Street, Ladbroke Grove, Portobello Rd., Notting Hill
Gate, Westmorland Mews, las campas de Richmond y Barnes -muy cerca, en las
confluencias de Queen´s Ride y Gipsy Lane, Marc Bolan encontraría la muerte pocos años más tarde en
su Mini color violeta-, el Guy Stevens de Hapshash & The Coloured Coat, los DJs
Pete Drummond y John Peel, los clubs y las emisoras de radio y TV, en
permanente estado de programación musical, Melody Maker, Ziz Zag, Disc, IT, y
muchos músicos, muchos, que pasan hambre y apenas tienen lugar donde lavarse.
Entre aquellos músicos hay una porción importante de norteamericanos expatriados que practican un folk bellamente contaminado de pop, Paul Simon, o de un blues existencialista, Jackson C. Frank; otros ingleses, Ralf McTell, que han vuelto de París y muestran al público interesado la visión más cruda de la realidad de las calles de la gran ciudad. El folk, aunque a contracorriente entonces en el gusto de la mayoría del público urbano, tiene en el circuito universitario, controlado por los innumerables Student Unions, un mercado fiel, una audiencia que sigue considerando como propia la tradición literaria de las Child Ballads, un compendio de baladas populares tradicionales de Inglaterra y Escocia que, curiosamente, llegan a los campus a través de la versión americana de John Jacob Miles, una especie de British Invasion a la inversa. Bandas como Fairport Convention, Pentangle, Steeeye Span, recogen en muchas de sus composiciones de finales de la década de los 60 ese motivo literario, aquel que utiliza la belleza de lo oscuro, el brillo de lo prohibido, el incesto, la violencia, la traición y lo anómalo de la conducta humana como elemento compositivo preferente.
Trees se mueven en esa onda. David Costa, el germen fundador del grupo, es un devoto practicante de la guitarra acústica, seguidor de las grabaciones surgidas de los sucesivos Newport Folk Festivals, del Modern Folk Quartet, The Kingston Trio, de Joan Baez, Peter, Paul & Mary y, a través de ellos, de Bob Dylan. Su contrapunto inicial en Trees, Barry Clarke está, por el contrario, más centrado en el sonido de la guitarra eléctrica, en Jeff Beck y posteriormente en el estilo de mezcla modal de Davy Graham, padre reconocido del estilo fingerpicking que desarrollan poco tiempo después artistas como Bert Jansch, John Renbourn, Martin Carthy o John Martyn. La confluencia de los estilos e influencias de David y Barry otorgan a Trees su característica seña de identidad, una mezcla de acústica y eléctrica que tienen en el "Bluebird" del Stephen Stills de Buffalo Springfield la referencia de sonido ideal. La corriente musical proveniente de la Costa Oeste americana, abierta a todo tipo de experiencias, desde el funk suburbano de Watts hasta el country de Bakersfield, la escena jazz de Los Ángeles y la percusión latina de Santana, encuentran en Trees sus seguidores al otro lado del Océano. La escena de San Francisco, más psicodélica, tiene a Jefferson Airplane como gran referente de Trees.
Los otros miembros masculinos del grupo son Bias Boshell, al bajo, y Unwin Brown a la batería. Ambos se conocen desde su época estudiantil en Bedales, una escuela famosa por sus métodos poco convencionales de enseñanza co-participativa, donde los profesores son conocidos por sus nombres de pila y, por recalcar su progresismo, ni los alumnos llevaban uniformes ni hay centro religioso en sus instalaciones. Bias se convierte en el principal compositor del grupo, de hecho en las primeras audiciones y ensayos de la banda ya aporta una cantidad significativa de canciones, entre ellas "The Garden Of Jane Delawney", tema al que inicialmente no otorgan demasiada relevancia. Unwin, hijo de diplomáticos y empleado en un Banco antes de decidirse por su nueva profesión, es el miembro con menos antecedentes musicales, el que simplemente aprovecha la corriente de la época para dejarse llevar hacia orillas y escenarios mucho más excitantes. Su estilo percusivo, más frío en su primer trabajo, más envolvente en su segundo publicado el mismo año, "On The Shore", también en CBS, aporta a la banda la firmeza que su estilo va buscando, un aleteo de mariposas entre martillos de yunque.
Nos queda la voz de Celia Humphris, una gran parte, sin saberlo ella, de Jane Delawney, la verdadera protagonista de este texto, como Vds habrán deducido. Digo esto porque yo siento una especial predilección por las cantantes inglesas en la onda folk. Sandy Denny, Annie Haslam, Maggie Bell, Judy Dyble, Vashti Bunyan, incluso la más roquera Elkie Brooks, son santas patronas de esta casa. Sus voces, tan intensas en su modulación puramente inglesa, aportan a sus obras, en solitario o acompañadas de sus legendarias bandas, un plus de emoción que transporta fácilmente al oyente a los más idílicos paisajes de los Cotswold, independientemente que se entiendan o no sus letras, en muchos casos ligadas a la tradición literaria antes apuntada. Este es el caso también de Celia Humphris, una auténtica belleza que inicialmente intenta abrirse camino como bailarina y actora dramática y que, después de una primera audición fallida con el grupo, su tono de voz entonces un tanto operística, decide aceptar finalmente la invitación de unirse a la banda londinense.
Doug y Kick, los capitostes de Clear Water antes mencionados, logran que Trees firme contrato discográfico con el sello CBS en Agosto de 1969. A partir de esa fecha y hasta Febrero del año siguiente, van grabando los distintos temas que conforman esta su primera obra, "The Garden Of Jane Delawney". La producción corre a cargo del propio David Howells, ayudado en esta ocasión por un Tony Cox que ya conoce el paño por grabaciones anteriores de Caravan y Family, bandas ligeramente afines a la nuestra. La edición del disco se realiza en Abril y, desde entonces, intensifican sus giras por todo el circuito de clubs de la capital y del resto del país. Su propuesta, como ya habíamos apuntado, no es fácil de asimilar, considerando que el gusto mayoritario del mercado había transmutado del pop y de la psicodelia al blues-rock más compacto, a los inicios también del glam y a las variantes recogidas en el rock progresivo. Su estilo no es apostado, no está camuflado por las corrientes que entonces imperaban y que hicieron variar a muchos grupos de un estilo a otro para mantenerse vivos. Su folk progresivo, con fondo roquero y temática lírica más bien tradicional, hace que triunfen más en ciertos ambientes donde la calma precede a la tempestad y ésta, en todo caso, se encuentra controlada por unos músicos que apenas entran en el juego de los excesos tan característicos de la época.
Los temas que se incluyen en este primer trabajo de Trees contienen muchas de las referencias literarias antes apuntadas. El tono de baladas tradicionales, extraídas en algunos casos de las propias interpretaciones de artistas ingleses, Bert Jansch, o americanos, Joan Baez o Pete Seeger, que sirven al principal compositor Bias Boshell para dar a conocer una visión modernizada del folk como género musical. "Nothing Special", "The Great Silkie" (existe una muy interesante versión de esa influencia medieval inglesa en el "John Riley" del "Fifth Dimension" de The Byrds), la mágica "The Garden Of Jane Delawney", "Lady Margaret", maravillosa encarnación de los mejores fairy-tales ingleses, ""She Moved Thro´The Fair", arreglo de una antigua balada celta, "Road", "Epitaph" y "Snail´s Lament" que, sin dejar de lado su lírica más convencional, no dejan de estar inspiradas por una gran calidad poética. Solo "Glasgerion" suena altisonante, fuera de la onda ácidamente intimista que procura el disco en su totalidad. Nada que ver con las sublimes versiones que Bert Jansch hiciera en su "Jack Orion" (otra variable conocida del "Glasgerion") de 1966, o en 1970 cuando grabó con Pentangle la misma canción en su excelente trabajo "Cruel Sister".
Trees fueron una banda que tuvo muy corto recorrido en el tiempo, desde 1969 hasta 1973, demasiado poco para un grupo que luchó denodadamente contra el curso natural de un escenario que apostaba por el fin de los pastores y la bienvenida a las primeras tribus urbanas. Si a ello añadimos el simplista sambenito de considerarles, por muchos, como una réplica de Fairport Convention, una suerte de equipo de segunda que tiene muy difícil acceder a una primera división, acotada por dos o tres de sus pares, su destino parecía marcado por la falta de éxito y el prematuro abandono, como así ocurrió. No obstante, el paso del tiempo les ha ido colocando en el sitial destacado que siempre merecieron, en ese cruce de caminos donde East Anglia y California se entrelazan, la primera bañada en melancolía, la segunda refulgente en renovación.
Dedicado a Crosby, él sabrá porqué.
Ya veo que en algunos momentos de la historia hay gente que escucha los mismos discos, se queda con los mismos grupos y con las mismas incomprensiones. Ese doble recopilatorio de la CBS es un totem no solamente en Estados Unidos o en la Isla, sino también aquí. "Llena tu cabeza de rock" es uno de los más legendarios de la transición entre los años 60 a los 70, y gracias a él descubrimos algunos nombres yanquis de la cuadra CBS que de otro modo habrían pasado inadvertidos para un mercado tan raquítico como este: ahí estaban esos Spirit o Flock que citas y que por entonces no tenían un solo disco en España.
ResponderEliminarEs curioso que CBS incluyese ahí a unos isleños como los Trees, casi una anomalía en ese disco,que como bien dices fueron considerados en la Isla como unos parientes pobres de la Fairport: si comparamos el primer disco de cada una de las dos bandas yo prefiero claramente el de los Trees, y a partir de ahí ya no hay nada que discutir porque con Sandy Denny ya estamos hablando de otra cosa y porque el segundo de los Trees es igual de bueno que el primero.
Tal vez CBS no tuvo nada que ver con el destino de esa banda, porque sin gastarse mucho en promoción al menos les regalaron parte del equipo e incluso dos furgonetas de la compañía. Parece ser que no había mucha cohesión entre ellos y que a veces eran incapaces de llevar al directo las maravillas que hacían en estudio... Puede ser. Pero esos dos discos son una bendición para cualquier aficionado medio al folk "psych", como se dice ahora que ya ha pasado todo.
Pues cierto, el "LLena Tu Cabeza de Rock" fue un disco fundamental para muchos a los que dio, entre los que me encuentro, noticia de numerosos grupos entonces medio o totalmente desconocidos. Los ingleses Tree, Steamhammer o Black Widow fueron, además de los americanos, referencias obligadas.
EliminarCreo que Fairport son, por otro lado, músicos más dotados y completos que Trees, independientemente de la gran aportación de Sandy, lo cual no significa que me gusten más. Con tan solo dos discos estos últimos alcanzaron cotas de indudable belleza.
Gracias como siempre y saludos.
Javier.
Javier,
ResponderEliminarNo conocía a este grupo pero por lo que cuentas creo que voy a mirar de conseguir alguna cosa de ellos, seguramente este "The Garden of Jane Delawney" en CD.
También creo que se puede conseguir a buen precio en discogs este lp de "Fill Your Head With Rock", que ya habías mencionado en alguna ocasión y me parece un recopilatorio que ha de estar muy bien, sobretodo por estas bandas que comentas bastante desconocidas.
Otro de los grandes grupos de esa época son los Amazing Blondel, tengo alguna cosa de ellos.
Un repertorio que está muy bien el de esta serie de grupos y artistas que supieron hacer esta combinación de Música Antigua (clásico) y rock basándose en el sentido más folk de la Early Music.
Otro de mis favoritos es "John Barleycorm must die" de Traffic.
Saludos con el caloret!
Si puedes hacerte con los dos discos de Trees Jordi, no dudes un segundo en hacerlo, al igual que con el recopilatorio de 2llena Tu Cabeza de Rock", en la versión inglesa (creo que será más fácil)que en la española.
EliminarDe Amazing Blondel, aunque los conozco, no tengo nada. Seguiré tus consejos. ¿Y qué decir del "John Barleycorn" de Traffic, una de mis bandas favoritas y su mejor Lp? Imprescindible.
Gracias y saludos,
Javier
Gracias Frankie. Queda todo dicho en tu soberbia entrada. Tan sólo añado una referencia literaria al conjunto si me permites. La que emparenta a Jane con la no menos "gótica" Anabel Lee de E.A.Poe. La música y la ensoñación se dan la mano
ResponderEliminarDesconozco a la gótica Anabel Lee que mencionas, necesaria por lo que comentas para completar esa visión ensoñadora entre música y literatura. Ya me pondrás al corriente.
EliminarAbrazos,
Javier.
Hola Javier y cía: también para mi "Llena tu cabeza de rock" fue un disco fundamental donde descubrí unos cuantos grupos maravillosos. Esta canción de Tree la recuerdo especialmente. Sonaba en nuestra buhardilla de Malasaña día y noche. ¡Qué tiempos!
ResponderEliminarSaludossssssssss
¡Qué tiempos, si!, también anduve como invitado por varias buhardillas de Santa Bárbara y Jacinto Benavente, y allí sonaba, curiosamente, mucho Lou Reed de la época. Este "Llena Tu Cabeza de Rock" fue fundamental para mí, una auténtica Biblia musical que, por lo que veo, fue también compartido por muchas almas. Y personalmente, este tema de Trees y el de Al Stewart "A Small Fruit Song", mis favoritos indiscutibles.
ResponderEliminarGracias y saludos,
Javier.