ADMIRAL SIR CLOUDESLEY SHOVELL "DON´T HEAR IT...FEAR IT"
El círculo se va cerrando inmisericorde y, conforme se van
cumpliendo más años, más fácil también retorna el espíritu a aquellas épocas en las que
el rock, sin apenas etiquetas entonces, era puro placer orgánico, básicamente
dirigido a facilitar al oyente un grado tal de excitación que le provocara,
además de una sana descarga de fluidos corporales, el estímulo necesario para
dejarse llevar por exultantes movimientos corporales, inconexos y alocados las
más de las veces, radicales combinaciones de las extremidades inferiores y
superiores que, aunados por el bandear de una melena absolutamente
imprescindible, hacían del protagonista un ser completamente liberado (y de esa
manera automáticamente admitido en el club de los que entonces se denominaban
como "tíos enrollados").
Y ese escenario que podía ocurrir perfectamente el año 1973,
cuando el personaje de ficción, que es siempre actor en estos ensayos,
escuchaba los discos de Black Sabbath o de Black Widow (grupo a reivindicar),
Cream, MC5 o Status Quo, revierte gustoso cuarenta años después con la
reproducción de trabajos como los de Uncle Acid and The Deadbeats, Church Of
Misery, Witchcraft, Ghost, Astra o el que nos ocupa hoy, el potentísimo trío de
Hastings Admiral Sir Cloudesley Shovell, todos ellos pertenecientes a uno de
los más celebrados sellos del llamado estilo "doom" o proto-metal,Rise Above Records.
Pues bien, el trío inglés moldeó el año pasado, a hierro y
fuego de yunque, un potentísimo artefacto ROCK que responde al nombre de
"Don´t Hear It...Fear It". Si señores, ROCK con mayúsculas.
Absolutamente imprescindible para aquellos que, sin importarles la edad ni la
imagen de bajo perfil andrógino que su calva o barriga puedan transmitir, aun se
siguen considerando "rockfreaks" auténticos, esos que a cada riff de
guitarra o cambiante acorde rítmico sienten un escalofrío en su espalda,
contando también con ese automatismo nervioso, que hace que su cabeza se mueva
como un hacha con los acordes de la música, por no mencionar lo que entre
líneas propiciaba todo este temblor anímico, y que no es otra cosa, y aquí
volvemos a 1973, que una necesidad irresistible de bronca, sana con los
amigotes, violenta contra la nauseabunda realidad política de entonces en este
país (tampoco ha cambiado tanto la situación...)
Louis Comfort-Wigget, al bajo y voces, Bill Darlington, a la
batería y percusión y Johnny "Gorilla" Redfern, a la guitarra y voz
solista, son los músicos de esta formación, Admiral Sir Cloudesley Shovell, que
rememora a un famoso marino militar inglés de los últimos años del siglo XVII y
primeros del XVIII. Y quiero, en este momento, levantar mi vaso de cerveza en
honor de esta bendita escoria que, de vez en vez, da a luz la pérfida Albión.
Elementos como estos reconcilian a Inglaterra con la humanidad entera, nos hacen
olvidar su papel de "masters" de la piratería universal, elegantes
tiranos que sorben su taza de té mientras alientan la "guerra del
opio" en China o, mejor no sigo..., tampoco está nuestra historia muy
autorizada para dar ejemplos a los demás.
El trío de Hastings, que comienza su andadura como grupo en
2008, lanza su primer trabajo en 2011, un EP, de muy limitada tirada, titulado
"Return To Zero" y que, según comentan los entendidos, alcanza ahora
mismo precios de escándalo. Es este Don´t Hear It... Fear It su
primer album de larga duración, grabado en el verano de ese mismo año y
publicado en 2012, y contiene tan solo siete temas, tres en la cara A que
responden a los títulos de "Mark Of The Beast", "Devil´s
Island" e "iDEATH", y cuatro en la cara B, "Red Admiral,
Black Sunrise", "Scratchin´And Sniffin´" (aquí cuentan con el
impagable apoyo del T.S. McPhee de Groundhogs a la guitarra "slide"),
"The Last Run" y "Killer Kane".
A los conocedores y seguidores de este estilo
"doom" o proto-metal que comentábamos al principio, les sabrán a
gloria esos "riffs" de guitarra graves e incendiarios (hay toques
"fuzz" de Hendrix y distorsiones psicodélicas también), esas armonías
oscuras y repetitivas, estructuradas alrededor de un un bajo audible y
poderoso, batería compulsiva, voces desgarradas y cavernosas. Y por sus surcos
recordarán, otra vez volvemos al pasado, a gente como Sir Lord Baltimore (que
gran grupo tan reivindicable), Budgie, Dust, Meat Loaf, Blue Cheer, Mountain o
Blue Oyster Cult. Todo ello, la escucha, sin que en ningún momento caigamos en
la trampa de una serie clonada de esas luminarias, más bien al contrario,
Admiral Sir Cloudesley Shovell, aun conociendo las raíces musicales en que se
basan, y asimilando los arquetipos del "hard-rock" más elemental,
tienen la suficiente personalidad como para conseguir una variedad dinámica en
todas las canciones del album, sin repeticiones que puedan hacer pensar al
oyente que nos encontramos ante un mismo tema calcado hasta la saciedad.
Magnífico sería que una banda como Admiral Sir Cloudesley
Shovell durara mucho tiempo, y tuviera éxito. Su propuesta es el engarce actual
con las antiguas bandas mencionadas, y con lo que representaron también. Igual
de recomendable sería verlos en directo, toda la fuerza de su música al alcance
de la mano, propiciando aquella liberación de la que hablábamos al principio
(de hecho ASCS hicieron una pequeña gira por Cataluña en el año 2009 de la que,
según cuentan, tardaron algún tiempo los asistentes en recomponerse)...
Ni idea del disco pero bien sabe Dios que de forma inmediata tras leer tu revisión no va a quedar sin saciar mi curiosidad. y que portada . esta locuras si me producen palpitos
ResponderEliminar"Only God Knows"..., si estos tíos llegarán a más gente y podrán tener cierto éxito. Espero te gusten.
EliminarSaludos,
Javier.
Me apunto también, estupenda reseña, como siempre...
ResponderEliminarGracias Antonio. Típico "power trio" con las ideas muy claras y sonido realmente bueno.
EliminarSaludos,
Javier.