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22 may 2024

HOMENAJE A UNA BANDA LEGENDARIA.

 

"MANERAS DE VIVIR, LEÑO Y EL ORIGEN DEL ROCK URBANO"
Comienzo declarando no ser un seguidor del llamado "rock urbano", un estilo que apenas ocupó mi tiempo cuando su inicio y eclosión tuvieron efecto. Por aquellos años, finales de la década de los 70 hasta la mitad de la siguiente de los 80, mi interés estaba básicamente centrado en el tronco de la new wave y todas sus pobladas ramas. Bandas inglesas y americanas, The Jam, Ian Dury & The Blackheads, The Clash, Siouxie & The Banshees, Blondie, The Cars, The Motels, Green On Red (por citar solo unas pocas) ocupaban casi todas mis sesiones. En el lado nacional, Alaska y Los Pegamoides, Gabinete Caligari, Derribos Arias, Radio Futura, La Mode (vuelvo a citar tan solo a una escueta representación...) componían el listado de mis favoritas de aquella época. Burning, formación que se movía entre dos aguas, mantenía mi curiosidad.

Con el paso del tiempo he ido valorando la aportación de algunos grupos que entonces fueron considerados como abanderados de ese estilo. Leño, principalmente, Asfalto, Topo, Mermelada (estos últimos mejor alineados en un estilo menos rock duro y más rock y r&b). Otras bandas señeras del "rock urbano" como Barón Rojo u Obús, me producían (y lo siguen haciendo a día de hoy) auténtico repelús. De Ñu recuerdo un concierto al que asistí en mi colegio, entre 1977-78, y poco más. Coz tampoco me decían gran cosa.

Este "Maneras de Vivir, Leño y El Origen del Rock Urbano", obra de Kike Babás y Kike Turrón (publicado por BAO Bilbao Ediciones, segunda edición de 2018) consigue recuperar mi atención sobre una banda legendaria. Lo hace de forma inteligente, utilizando un equilibrio exquisito al otorgar y repartir el protagonismo de la narración entre todos los miembros de la banda, además de sellos discográficos, equipos técnicos, mánagers, productores, amigos músicos, familiares..., no todo iba a bascular alrededor de un personaje tan reverenciado como Rosendo Mercado, verdadero pilar y factotum de la formación madrileña. El libro, una biografía oral (así la califican sus autores), gana muchos enteros con esta apertura de miras y opiniones de todo tipo, a veces contradictorias.


El hilo narrativo del libro recoge, no podía ser de otra manera, la trayectoria vital de la formación, desde aquellos inicios con la salida de Rosendo de Ñu para formar Leño hasta la separación del grupo al finalizar la gira de "El Rock de Una Noche de Verano" junto a Miguel Ríos y Luz (Casal). Interesa al lector aficionado todo aquello relacionado con la grabación de la discografía de Leño, desde su primer Lp homónimo hasta el final "Vivo´83". profusas noticias y anécdotas sobre sus innumerables conciertos, desde los ocurridos en locales y entornos más cutres hasta los celebrados en grandes estadios deportivos, sus disciplinados y periódicos ensayos en los locales disponibles, las colaboraciones entre bandas. las ayudas familiares (especialmente las de sus respectivas mujeres y compañeras por entonces)

Algo que, según transcurre el texto, retiene el interés del lector es el reflejo de una época, aquella que sucede entre la inmediata muerte del dictador (1975) hasta la primera mitad de la década de los 80. Un país y una ciudad, Madrid, todavía sometidos al pesado lastre de una época nefasta y, frente a esta situación, la ilusión y el esfuerzo de una juventud que, acaso sin ser plenamente consciente de su papel, sentó las bases para conseguir mayores cuotas de libertad, no solo artísticas, también de costumbres. Esta faceta otorga al libro un plus indiscutible.

Resaltar, para finalizar, la excelente presentación del libro, no solo por su original maquetación (ejemplificada en forma de casette de la época), también por la rica aportación de documentación y multiples fotografías. Un trabajo muy digno para homenajear debidamente a una banda legendaria.


6 comentarios:

  1. Un grupo referente (su obra fue breve pero muy influyente) y un libro de mucho interés, por lo que cuentas. El otro día estuve viendo, precisamente, a La Leñera, el grupo que lleva años rindiendo tributo a Leño, en el escenario de La Pradera en la fiestas de San Isidro.

    Un abrazo, Javier.

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    1. Bien te lo debiste pasar Gon. Yo recuerdo un bolo en el verano del año pasado en Santander viendo a una banda versioneando a Creedence. Nos volvimos locos bailando.
      Y si, estos Leño son referencia obligada del rock urbano, un estilo alq eu inicialmente no seguí pero que, con el paso del tiempo, he ido apreciando.
      Abrazos,

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  2. Genuino hard rock nacional, y Rosendo nunca aspiró a más que eso. Su claridad de planteamiento fue meridiano. Luego ya podrán gustar más o menos, pero la honradez de este hombre es indiscutible.

    De todas esas bandas que citas, mis preferidos era Burning. Tenían otro tipo de enfoque, más cercano al rock and roll / glam, más colorido creo yo.

    Saludos mil.

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    1. Si, de hecho la disolución de la banda tiene que ver mucho con la postura personal de Rosendo en aquel 1983, en cierto modo desencantado con la cierta fama que ya habían logrado, huyendo de una conformismo que le hacía añorar tiempos mejores, cuando la banda era una piña. Prefirió ser honesto consigo mismo y empezar de nuevo en otro proyecto, esta vez en solitario.
      Saludos y gracias,

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  3. Amigo Javier.
    Pues Leño es uno de los grandes grupos nacionales y muy respetado por todos, independiente de que te vaya o no el rollo urbano o hardroquero, y además ganado a pulso.
    Poco mas hay que añadir,
    Saludos
    Jose

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    1. Totalmente de acuerdo con tu apreciación Korto. Además, cuando "descubres" a una banda pasado el tiempo en el que coincides con ella, te sabe mejor.
      Gracias y saludos,

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