DAMIEN JURADO "BROTHERS AND SISTERS OF THE ETERNAL SON"
Existe un antes del sonido y un prólogo de las palabras para producir una música y una poesía como la de "Brothers And Sisters Of The Eternal Son". No es un vacío, es un silencio que abre las puertas a la percepción de una ilusión sin materia. Llenan sus ondas un espacio entre habitaciones antiguas, un mundo abandonado al alcance de las emociones vivas del cerrojo. Se ha disipado la herrumbre del pestillo y entramos directamente en la emoción pura de la música y de su lírica. La clave puede que se encuentre en la celebrada combinación de sonidos y palabras.
Es la primera vez que llego a la parada de Damien Jurado y siento un feliz desasosiego. Intento bucear y meterme dentro de mí mismo. Una primera estructura jazzística en la percusión, sus ecos metálicos escupen plata, sus redobles abren el archivo de Max Roach. Y cuando el esqueleto rítmico varía hacia la guitarra acústica y el piano, me envuelve una lectura de Nick Drake, la velocidad del sonido es íntima y las notas musicales parpadean hacia un dulce sopor. La voz de Damien se expande desde esquinas semi oscuras hasta las mejores avenidas celestes, tal es su registro y tono.
Y aun siendo la riqueza instrumental del disco digna del mejor elogio, con mención especial a su productor Richard Swift, lo que más llama mi atención es el comentado ensamblaje entre el sonido y las palabras que emergen de él, un misterioso pulso entre niebla y rayos de sol. Todo en su conjunto evoca, me atreveré a compararlo, una suerte de consagración de la vida, más aun, un adelanto al principio, una carencia intacta, la celebración del inicio.
Palabras y frases en círculo contínuo, escritura que pretende alcanzar el meollo de la creación. Dioses que enseñaron a Damien un camino que compartir con los oyentes. Iniciaciones esotéricas en "Magic Numbers", vuelta al reino de la levedad de la lluvia en "Return To Maraqopa" (si, debe existir Maraqopa y quizás su aspecto sea el del gran globo de cristal que aparece en la portada...), "Metallic Cloud" con sus cielos retrasados y extraños paréntesis, "Jericho Road", el arcoiris como materia genética, y "Suns In Our Mind", visiones espaciales a punto de colisión.
Pero donde, de manera más nítida, corre el arco hacia su inacabable circuito es en la secuencia de canciones dedicadas a unos protagonistas iniciados, una especie de cordón umbilical que liga los textos con la labor de Damien, misionero predicador de una probable dicha salvadora. "Silver Timothy", "Silver Donna", "Silver Malcolm", "Silver Katherine" y "Silver Joy". Caídas sin daño, levitación, amor sin fin, planas atmósferas de luz, pastores celestiales, despertares en los comienzos de la eternidad, un cúmulo de felicidad y redención ofrecidos a los dispuestos feligreses de la Sagrada Escritura Ecléctica.
Volveré a "Brothers And Sisters Of The Eternal Son" con la frecuencia del sediento, aquel que añora el espejismo de los dátiles, cuando busque en la música la cura de las heridas de la rutina y alivio para el camino a la tierra de ninguna parte. No pudo ser mejor esa primera estación con Damien Jurado, ya oficiante de un nuevo credo, aquel que existe solo para sus hijos preferidos.
La carrera de Damien es complicada. A veces me emociona y otras se me hace demasiado languida y espartana. Un personaje que necesita para mi entender una predisposición especial para ser disfrutado. este ñultimo disco todavía no lo he podido degustar en condiciones pero si me ha interesado .
ResponderEliminarEs un muy buen disco Bernardo, palabra de ensoñador empedernido. Quizás lo que haga falta es dejarse llevar.
EliminarGracias y saludos,
Javier.
Habrá que echarle un vistazo. No estoy muy metido en el rollo de Jurado, pero tendré que expandirme en ese sentido. Por cierto, estoy escuchando el Duke de Genesis y se confirma lo que todos sabemos: qué prescindible es Phil Collins. Perdona, sé que no tiene nada que ver, pero necesitaba decirlo.
ResponderEliminarBuscaré este 'Brothers' y te comentaré. Un abrazo. Y por favor, más entradas sobre literatura cuando pueda y quiera. Sus análisis de Galdos me dejaron muerto (para bien).
Tampoco estaba yo metido en el rollo de Jurado hasta que, gracias a las benditas recomendaciones de la blogosfera, me decidí por ello, y no me arrepiento, al contrario. Me gusta esa inmediatez de comentar la vida tal y como transcurre, lo digo por el paréntesis de Phil Collins...
EliminarGracias y saludos,
JdG
Otra interesante grabación para este 2014. Disco especialmente "oscuro" y muy trabajado tanto en sus composiciones y producción. Los arreglos de los dos primeros temas son magníficos y las canciones tienen un parecido a Nick Drake que es espectacular. El resto del disco se ha de ir tomando poco a poco , disfrutando de los detalles de cada tema. Buena entrada Javier.
ResponderEliminarNo estoy tan de acuerdo en la "oscuridad" del disco Jordi. Quizás la clave la llegas a apuntar cuando hablas de "disfrutar los detalles tema a tema"..., ahí es donde el disco se mete dentro de uno o queda fuera. A mí me habla sobre todo de soledad.
EliminarGracias y saludos,
Javier.