1 may 2013
LA LUZ DICHOSA
Cáceres hacia 2002, 2003. Qué delicia cuando después de visitar la ciudad se sienta uno en un buen restaurante, hambriento después del ejercicio efectuado y, mientras espera que el camarero sirva los platos ordenados, saborea un buen vaso de vino.
Cada objeto en la mesa adquiere un protagonismo especial. Las copas, en éste caso dando debida cuenta de las preferencias líquidas del fotógrafo, reflejan un primer plano de transparencia. Los sucedáneos frutales, en la parte baja, parece que sujetan el pie de la copa de agua, sus colores apagados, similares geometrías otorgan a la composición un tono de sosiego. La botella y la lámpara, en un segundo plano, llenan de vida la parte izquierda de la toma. Como marco más lejano, la luz que sale de la ventana observa displicente al comensal, como si le dijera que parte de lo que ve es favor suyo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario