SULA BASSANA "DREAMER"
Mi toma de contacto con Sula Bassana tiene fecha reciente. En Octubre de 2012, gracias a un artículo en la revista Shindig!, me enfrenté a la audición de su entonces reciente grabación "Dark Days". Desde ese momento me he convertido en un fan acérrimo del músico alemán Dave Schmidt, personaje que sustenta y anima todo el proyecto de Sula Bassana.
También a finales de 2012, el pequeño sello Sulatron Records reedita el primer trabajo de Sula Bassana, "Dreamer", grabado y publicado en 2002 y, cambiando la portada original de entonces, le otorga una nueva dimensión añadiéndole el "10 years anniversary" de marras.
Para los amantes de Gong, Hawkwind, pinkfloydianos del "Echoes" de "Meddle", seguidores del "Aqua" de Edgar Froese y del "Phaedra" de Tangerine Dream, todos ellos nigromantes del más etéreo "space-rock", tintado de base psicodélica que muchas veces se ve más que superada, adoradores de sectas sónicas que siguen, a fecha de hoy, aún navegando por espacios siderales, inmersos en mantras de altísima ensoñación voltaica, Sula Bassana y éste su primer trabajo son referencias de obligada audición.
El disco, mejor en vinilo por supuesto, se compone de cuatro temas en la cara A y otros dos en la cara B. Los de la cara A, "Dreamer", "Dealer McDope", "My Blue Guitar" y "Nervenlachmung" se engarzan a modo de inicio y preparación del viaje, despegue, altura y velocidad de crucero logrados. Desde el Garaje Hermético, el capitán Moebius (alias otorgado a Dave Schmidt sin su conocimiento) ha preparado todos los componentes y artilugios mecánicos de la nave para conseguir un excitante vuelo. Los teclados y guitarras, las bases rítmicas posesivas, los fondos instrumentales de una riqueza cromática digna del mejor juego kaleidoscópico, transmutan al oyente hacia territorios donde ha poco pasaba Lovecraft persiguiendo los mitos de Cthulhu. Melodías que ascienden hasta burbujas heladas, rotas después en abanico de altísimos fuegos solares. ¿Recuerdan la escena final de la explosión de la casa en "Zabriskie Point", con el telón de fondo del "Come In Number 51, Your Time Is Up" de Pink Floyd?, pues algo parecido...
En la cara B ya nos enfrentamos al proceso de planeamiento sin motor, la nave dejándose llevar por un efluvio de luces boreales. Hay percusiones apagadas que enseñan ecos ocultos, campanadas iluminadas por una belleza aterradora, aparecen por la ventanilla avenidas en cuña que dispersan un orden planetario infinito, un "fuzz" instrumental disperso crea visiones jamás consentidas, una caravana de camellos se adentra entre dunas de alabastro, los restos de una turbina averiada, posiblemente desprendida de la nave del Major Tom, se mueve silenciosamente por el espacio, y suena un bombeo cercano en su maquinaria, como si alguien aun tuviera una mínima esperanza de ponerla de nuevo en marcha.
Llegará un día, no muy lejano, que los médicos prescriban la música de Sula Bassana para curar cualquier tipo de dolencia. La expansión sensorial, y la riqueza de sus armonías, producen tal efecto bienhechor que el paciente quedará inmediatamente extasiado. Y ese éxtasis no tendrá contra indicaciones nocivas. Al tiempo.
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