18 dic 2012
ORIENTE TAMBIÉN CUENTA
SAM GOPAL. "ESCALATOR"
Desde el inicio del único trabajo de la banda inglesa Sam Gopal, "Escalator", asistimos al triunfo de un experimento que ningún grupo de la época (que yo conozca), finales de la década de los 60, consiguió. La mezcla del rock progresivo, vertiente psicodélica, con la percusión oriental, en este caso centrada en el instrumento de la tabla hindú.
Principal artífice de este logro es el mismo Sam Gopal, músico de Malasia aterrizado en Londres en 1962 con el fin de estudiar música. El ambiente de entonces, y los años siguientes que vieron el auge y la expansión de la cultura hippie, su relación con aspectos concretos de la civilización oriental y elementos de su música instrumental (sitar), convencieron a nuestro protagonista de que su opción podía ser válida.
Ese experimento mencionado, y aquí radica lo más atractivo del disco, impregna, malea, sublima la atmósfera de la grabación, sin dejar por ello de lado los cánones usuales del rock-progresivo que conforma la base estilística de "Escalator". De tal manera que cuando la guitarra (aquí protagonizada por Lemmy Kilmaster, posterior guru de la banda Mötorhead) tiene que sonar en cadencia distorsionada, lo hace; cuando la base rítmica tiene que retener o extender su eco posesivo, lo consigue creando ambientes propicios para la introspección o exaltación del oyente.
Hay un aura de misticismo oriental en muchos de los temas, una quietud de contemplación, un dejar fluir las sensaciones provocadas por un sonido circular, comienzo siempre, siempre final. Incluso en aquellas piezas que el grupo versionea, "Season Of The Witch" y "Back Door Man", hay un deje de mantras en el horizonte.
Sam Gopal
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